¿Qué ves? ¿Una rama?

¿Una rama de pino? Fíjate bien: hay dos grandes ojazos que te están mirando…

[Imagen 1: Búho real (Bubo bubo) en pino, Jardín del Capricho. Fuente: Jorge del Barrio]

Efectivamente: ¡se trata de un búho real (Bubo bubo)! Podría ser un capricho más.

Después de uno de nuestros itinerarios interpretativos al Jardín Histórico-Artístico El Capricho de la Alameda de Osuna, uno de los usuarios tomó la siguiente foto durante la visita y nos la hizo llegar al correo electrónico del programa Madrid Ambiental.

El BÚHO REAL es la rapaz nocturna más grande de Europ a -con una envergadura que roza los dos metros- apodada “el Gran Duque”. Residente en nuestro país donde se encuentra ampliamente distribuido, a excepción del litoral cantábrico.

En la instantánea llaman la atención sus poderosas garras y los penachos cefálicos a modo de orejas alargadas, así como la expresión desafiante en sus bellos ojos color naranja abiertos de par en par.

Aparte de los motivos que comentaremos más adelante, lo curioso es que la foto fue tomada por la mañana. No olvidemos que se trata de un ave principalmente nocturna, cuyo período de mayor actividad tiene lugar durante las primeras horas después del atardecer y las últimas horas antes del amanecer.

Es totalmente comprensible la sorpresa de nuestro participante al avistar, durante el paseo matutino, a la rapaz nocturna más grande de toda Europa en un parque de nuestra ciudad.

A principios de 2023 se produjo un enorme revuelo mediático debido a la presencia de de tres ejemplares de búho real (Bubo bubo) en el parque de El Retiro. Pese a lo insólito de dicho acontecimiento, el primer pollo de búho real procedente de la capital llegó al Centro de Recuperación de Rapaces Nocturnas de Brinzal en 2006.

Según esta organización, desde entonces la cantidad de ejemplares de búhos reales ha ido aumentando de manera discreta en nuestra ciudad. La triada del Retiro no ha contribuido a incrementar esta nueva población urbana pues abandonaron el parque antes del verano del año pasado, ya que se trata de una especie silvestre que necesita tranquilidad para desarrollar su ciclo biológico.

Además, como rapaces, prefieren áreas forestales con abundantes roquedos, tajos fluviales, canchales y barrancos rocosos. Sin embargo, es una especie muy adaptable y no excesivamente exigente por lo que puede llegar a habitar desde bosques cerrados hasta tundras y acantilados costeros.

Lo más razonable es que los búhos que han llegado al municipio de Madrid procedan del Monte del Pardo, donde son abundantes. Probablemente, debido a la mayor competencia por el espacio y el alimento en este espacio natural, algunos ejemplares se vean obligados a buscar presas en otros lugares con suficiente arbolado como El Capricho u otros parques madrileños.

Si bien prefiere instalarse donde abunde su alimento predilecto y básico, el conejo, esta rapaz se adapta a una gran variedad de presas, desde córvidos, paseriformes y aves acuáticas hasta erizos, pasando por gatos, otros mamíferos y pollos de otras rapaces. En este último caso, no solo se alimenta sino que elimina potenciales competidores.

En El Capricho disponen de un alimento tan variado como son las palomas, cotorras, anátidas y otras aves más pequeñas como los mirlos, pitos ibéricos, herrerillos, petirrojos, ruiseñores, etc.- mamíferos pequeños como los roedores como ratones comunes y ratones de campo.

 

[Imagen 2: Búho real (Bubo bubo). Fuente: SEO/Bridlife]

De carácter reservado, solitario y sedentario, podemos escuchar su canto nupcial Son los preludios que culminarán en la única puesta anual que tendrá lugar a comienzos de año. Estos huevos eclosionarán en distinto momento ya que la puesta suele durar hasta cinco días consecutivos. Su lugar preferido para anidar son las oquedades existentes en cortados rocosos.  Durante una media de 35 días, la hembra será la única que los incubará y, también será ésta, la que dedicará más tiempo que su pareja a las cebas y al cuidado de la prole. No obstante, los dos se ocuparán de los polluelos hasta que abandonen el nido aproximadamente al mes de nacer.

Estaremos atentos a los sonidos que nos envuelvan durante nuestros paseos por los parques y jardines de Madrid que visitamos, así como durante los itinerarios ornitológicos que organizamos desde Madrid Ambiental.  Puede ser que confundamos su melancólico ululato con el de otra rapaz nocturna que también es residente y de amplia distribución por la península ibérica, el Búho chico (Asio otus). Además de las similitudes anteriores, ambos lucen hermosos tonos leonados, pardos y marrones; no obstante, el enorme tamaño del Gran Duque -casi el doble- no deja lugar a dudas.

Con un poco de suerte, tendremos la buena fortuna de percibir su canto y, con más suerte aún, podremos contemplarle.

Para poder disfrutar de su compañía nosotros, los ciudadanos, tenemos la obligación de protegerlos a pesar de que ya lo están por Ley según el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. Si tienes la magnífica ventura de avistar algún ejemplar de búho real, mantente en silencio a una distancia prudente, acercándote lo menos posible. Si hincha sus plumas es porque se ha percatado de nuestra presencia y se siente amenazado. No queremos molestarles para no perderlos.

 

“Otro sonido como la voz del búho no había ninguno, salvo la caída de una fuente en su cuenca de piedra”

Charles Dickens