El Parque forestal de Valdebebas-Felipe VI está situado al noreste del municipio de Madrid, en el distrito de Hortaleza. Su superficie consta de unas 470 hectáreas, con silueta en forma de árbol, de bosque mixto mediterráneo junto con numerosas especies de árboles frutales, ornamentales y jardinería urbana.

El itinerario de hoy tendrá lugar a lo largo de la zona de humedal que sirve de intersección entre la zona forestal de la imagen inferior que se corresponde con el Parque de Valdebebas- Felipe VI y, la zona agrícola de la derecha que se conoce con el nombre de Parque de la Infanta Leonor. Llegaremos hasta la zona de las terrazas -plataformas ajardinadas con desarrollo en cascada descendente hacia el área fluvial- y retornaremos hacia el punto de encuentro: la puerta nº1 “Acceso Río” (“Estamos aquí” del plano).

 

[Imagen 1: Plano del Parque de Valdebebas- Felipe VI y del Parque Infanta Leonor. Fuente: Madrid Ambiental]

 

Los serines verdecillos (Serinus serinus) macho nos dan la bienvenida con sus acelerados y potentes gorjeos…la primavera, la sangre altera. Los estorninos negros (Sturnus unicolor) también parecen estar muy activos en esta primaveral mañana de abril al igual que las palomas torcaces (Columba palumbus), las cuales, se mueven en grandes bandos entre las coloridas y exuberantes praderas.

Al llegar al punto más alto de la vía pecuaria que desemboca en la entrada número uno, que es por la que hemos accedido, nos damos la vuelta para fijarnos si encontramos algún ejemplar de perdiz roja (Alectoris rufa) en el césped de la glorieta que está justo enfrente. Efectivamente, allí vemos una picoteando el suelo hasta que se oculta entre unos arbustos.

 

[Imagen 2: Vía pecuaria. Fuente: Madrid Ambiental]

 

Desde el comienzo de la ruta y, en numerosas ocasiones, hemos escuchado -además de a los agitados verdecillos- el característico relincho del pito ibérico (Picus sharpei), al cual hemos podido avistar durante su peculiar vuelo ondulatorio. Las cotorras de Kramer (Psittacula krameri) serán otras que se crucen en nuestro camino -generalmente en parejas- con mayor frecuencia que las cotorras argentinas (Myiopsitta monachus), a las que hemos visto posadas en unos cinamomos al otro lado del vallado del parque y, extrañamente, no hemos vuelto a verlas a lo largo de la mañana.

Varias tórtolas turcas (Streptopelia decaocto) vuelan muy cerca de nosotros cuando, de repente, avistamos a lo lejos a un cernícalo vulgar (Falco tinnunculus). Será la primera de las rapaces que nos encontraremos hoy…

 

[Imagen 3: Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus). Fuente: iNaturalist]

 

Bajamos hacia los olmos que bordean la senda fluvial cuando llama nuestra atención un pequeño pajarito que se encuentra posado en la rama de uno de estos árboles. La luz de esta mañana nos confunde ya que hay calima procedente del Sahara y cierta nubosidad que hacen que los colores no se vean suficientemente nítidos. No obstante, llegamos a la conclusión de que se trata de una hembra de pinzón vulgar (Fringilla coelebs). En una rama muy próxima, se posa una pareja de urracas (Pica pica) tras haber asaltado una papelera cercana.

Continuamos bajando hacia el río y a la derecha -en un caminito de tierra- vemos algo de tonalidades crema y parduzcas, con una pequeña cresta, caminando y dando pequeños saltitos cuando encuentra un obstáculo. Se trata de una alondra común (Alauda arvensis), probablemente esté buscando alimento, desaparece entre los matorrales al pasar unas bicis muy cerca de ella.

 

[Imagen 4: Alondra común (Alauda arvensis). Fuente: iNaruralist]

 

Al llegar a la lámina de agua hemos visto a las primeras golondrinas (Hirundo rustica) que anuncian la llegada de la primavera junto a los aviones comunes (Delinchon urbicum) y -otros que llegan a la vez- a los vencejos comunes (Apus apus). Las primeras han sido las que más se han acercado a nosotros, mientras cogían agua del estanque al vuelo.

 

En pleno vuelo hemos contemplado en un par de ocasiones al majestuoso milano negro (Milvus migrans). A pesar de encontrarse a contraluz, la menor hendidura de la horquilla caudal lo diferencia de la otra especie de milano que surca los cielos madrileños, el milano real (Milvus milvus).

Al que tampoco hemos conseguido observar esta mañana ha sido al verderón (Chloris chloris), cuyo piído metálico similar al de un muelle sí que hemos distinguido mientras caminábamos entre los olmos.

Varios han sido los ánades reales (Anas platyrhynchos) macho que nos han sobrevolado durante el camino. Probablemente las hembras se encuentren empollando los huevos entre la vegetación de la orilla pues nos encontramos en plena temporada de puesta y cría.

Escuchamos el potente canto de un carbonero garrapinos (Periparus ater) que no llegamos a ver ya que se encuentra bastante alejado de nosotros. Al que sí veremos es al carbonero común (Parus major), volando entre las ramas de un olmo cercano a uno de los puentes que comunican la vaguada con la zona de las terrazas.

En esta misma ubicación, escuchamos el singular gemido -a modo de gruñido- del rascón europeo (Rallus aquaticus) que sobresale entre el croar de las ranas. Y entre las enormes eneas y carrizos de esta zona observamos a un pequeño pájaro moscón (Remiz pendulinus) macho, con su característico antifaz negro que no presenta la hembra. Posiblemente se encuentre despeluchando las semillas de los dientes de león para la construcción de su peculiar nido peludo.

[Imagen 5: Pájaro moscón (Remiz pendulinus). Fuente: iNaturalist]

 

Bandadas de gorriones comunes (Passer domesticus) y molineros (Passer montanus) se han posado sobre un sauce llorón cercano al puente al igual que ha hecho una pareja de mirlos comunes (Turdus merula). Nos extrañaba no habernos encontrado aún con estos habituales de nuestros parques.

Mientas volvemos hacia el punto de encuentro, una rapaz grande nos deleita con su solemne vuelo. Tras debatir entre varios de los asistentes la especie concreta y tras analizar las fotos que realiza con su cámara uno de los asistentes, llegamos a la conclusión que se trata de un águila calzada (Hieraaetus pennatus) de morfo claro. Presenta tonos claros en las partes ventrales, aunque la zona de la garganta y el pecho aparece variablemente listada, a excepción de las rémiges, que son casi negras al igual que la cola.

[Imagen 6: Águila calzada (Hieraaetus pennatus) morfo claro. Fuente: Ricardo Fernández]

 

Os animamos a participar en los paseos pajareros que ofertamos desde el Programa Madrid Ambiental. Aquí os dejamos el enlace al catálogo de primavera donde encontraréis las próximas fechas: https://diario.madrid.es/programambientales/catalogo-hm-primavera-2024/

 

“Volverán las oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar, y otra vez con el ala a sus cristales, jugando llamarán”

Gustavo Adolfo Bécquer