Hoy, 27 de mayo de 2023, hemos realizado una actividad en la que unimos movilidad sostenible y aves. Hemos hecho un itinerario ornitológico en bici por el río Manzanares. El uso de la bicicleta nos permite recorrer en busca de aves mayores distancias en el mismo tiempo. Por otro lado, las observaciones se hacen en puntos concretos en vez de ir observando nuestro alrededor al andar.

Nos ha acompañado un día primaveral soleado y con bastante humedad ambiental. La temperatura ha oscilado entre los 15 y los 18ºC. Hemos recorrido gran parde del río Manzanares a su paso por Madrid, partimos del 12 de octubre y terminamos el itinerario en el Puente del Rey.

Al principio hemos recorrido una zona con praderas de césped, un pinar y un olivar hasta llegar al bosque de ribera que acompaña al río Manzanares. En el tramo recorrido del parque Madrid Río teníamos el río a un lado y al otro el salón de pinos que nos ofrecía aves y sonidos diferentes.

[FOTO1: Río Manzanares a la altura de matadero. Fuente: Flickr]

[FOTO2: Salón de pinos del parque Madrid Río. Fuente: Flickr]

En una semana de lluvias lo usual es ver a las aves muy activas en momentos soleados, aprovechando esos lapsos de tiempo para alimentarse bien. Esto hace que las aves de pequeño tamaño sean más difíciles de ver, es raro encontrarlas en el suelo comiendo, aparecen en continuo movimiento y generalmente en los árboles y arbustos cerca de sus cobijos. Es en estos días donde la escucha de cantos nos ayuda a saber que aves tenemos alrededor, aunque localizarlas visualmente sea complicado.

En total hemos identificado 22 especies. El itinerario lo comenzamos atravesando una zona de praderas de césped con árboles salpicados, en su mayoría tejos. En esta zona observamos paloma bravía (Columba livia), paloma torcaz (Columba palumbus), gorrión común (Passer domesticus), cotorra argentina (Myopsitta monachus) y urraca común (Pica pica). La cotorra de argentina es una especie exótica invasora que desde hace tiempo podemos encontrar en Madrid, es raro el itinerario en la que no la vemos. Siguiendo el camino hacia el parque lineal del Manzanares, el paisaje empieza a cambiar y los tejos dejan paso a los pinos. En esta zona ya empezamos a escuchar el canto del serín verdecillo (Serinus serinus) que se encuentra cobijado en alguno de los pinos y no conseguimos ver. Además, en el césped aparecen comiendo mirlos comunes (Turdus merula) y estorninos negros (Sturnus unicolor).

Nada más entrar al parque lineal del Manzanares lo primero que encontramos es un olivar. Hoy esta zona se encuentra más tranquila de lo usual probablemente debido al tiempo que hemos tenido esta semana. Aunque no conseguimos ver nada seguimos escuchando al serín verdecillo junto a los gorriones y el verderón común (Chloris chloris). Aprovechamos este espacio para hacernos a los diferentes cantos que nos ayudan a identificar especies en días grises cuando verlas es más complicado.

Dejamos atrás el olivar y nos acercamos al río Manzanares y su vegetación de ribera. En el río aparece el ánade azulón (Anas platyrhynchos) y entre los juncos la gallineta común (Gallinula choropus). Identificamos un nuevo canto, el del Cetia ruiseñor (Cettia cetti), casi siempre presente en este tipo de ecosistemas, pero muy difícil de ver porque pasa mucho tiempo escondido entre la vegetación. Alrededor del río también hay extensas praderas de césped donde se deja ver la lavandera blanca (Motacilla alba), el gorrión molinero (Passer montanus) y volando revoltosos el avión común (Delichon urbicum), la golondrina común (Hirundo rustica) y a algo más de altura el vencejo común (Apus apus).

Continuamos nuestro paseo cerca del río, pero cambiamos de parque para adentrarnos al tramo de Madrid Río. Desde la presa nº9 observamos una familia de ganso del Nilo (Alopochen aegyptiaca), otra de las especies exóticas invasoras presentes en Madrid. Justo al lado un par de pollitos de ánade azulón están aprendiendo a nadar y no consiguen remontar el río para seguir a su mama, les toca esperar a que regrese. Paseando en las zonas donde la lámina de agua es fina encontramos a la lavandera cascadeña (Motacilla cinérea), inconfundible por su obispillo y pecho amarillos. Un poco más adelante una garza real (Ardea cinérea) estira el cuello en busca de comida en el agua, tras un largo rato lo impulsa hacia el fondo del agua sin éxito. Decorando los muros que se encuentran a cada lado del río encontramos gorriones y palomas descansando y diferentes cajas nido tanto para aves como para murciélagos.

A los lados del río están los jardines del parque y el salón de pinos. Al echar una ojeada tenemos suerte y un agateador europeo (Certhia bracydactyla) se cambia de tronco haciéndose visible. Esta ave de pequeño tamaño se mimetiza perfectamente con la corteza de los árboles lo que hace muy difícil localizarla si esta quieta. Además, por el suelo se encuentran un par de tórtolas turcas (Streptopelia decaocto).

[FOTO3: Agateador europeo. Fuente: Flickr]

El itinerario continúa junto al río hasta el puente del Rey. Hacemos varia paradas para observar la vida de las aves acuáticas y de ribera. Aparece volando junto al avión común una nueva especie, el avión roquero (Ptyonoprogne rupestris). Hacemos una pequeña parada para observar las diferencias entre ambos, tanto las más evidentes como los pequeños detalles. También vemos un jilguero europeo (Carduelis carduelis) que decide bajar al suelo de una de las islas del río y permanecer quieto permitiéndonos observar cada uno de sus colores. En cada parada juno al río seguimos escuchando al cetia ruiseñor. Nos aprendemos el canto de memoria y justo al final en el puente del Rey decide dejarse ver, culminando nuestro itinerario.

Unas vienen y otras se van

Muchas de las aves que podemos observar en la ciudad de Madrid son residentes, pero también encontramos poblaciones de aves migratorias. Por ejemplo, en este recorrido durante el invierno siempre solemos ver gaviota sombría y reidora (Larus fuscus y Chroicocephalus ridibundus), en primavera generalmente estas continúan su ruta migratoria y no las solemos encontrar en el río Manzanares. Las aves que si podemos ver y que nos anuncian cada año la llegada de la primavera son los vencejos, golondrinas y aviones. Estos ya llevan un tiempo con nosotros y no faltaron en el recorrido de hoy.

Para diferenciarlos debemos fijarnos en el tamaño, la forma de la cola y la coloración ventral. Todos tienen una cola ahorquillada, pero son las golondrinas las que poseen una horquilla muy marcada, con los extremos finos y largos. La coloración ventral es grisácea en los vencejos, mientras que en los aviones y golondrinas es blanca. Eso sí, solo las golondrinas tienen del pico al cuello una coloración oscura, como si llevarán un casco. Por último, es fácil diferenciar a los vencejos por tamaño puesto que son bastante más grandes.

 

[FOTOS 4,5 y 6: De izquierda a derecha: vencejo común, avión común y golondrina común. Fuente: Flickr]

¿Cómo podemos identificar a nuestras vecinas aladas?

Para disfrutar de la observación de aves siempre os recomendamos buscar espacios donde hay más aves, en Madrid donde más cantidad de especies podemos encontrar es en los espacios verdes. Además, es importante llevar ropa cómoda, prismáticos si queremos observarlas con más detalle, agua y comida.

Para ayudaros a la identificación puede ser interesante tener alguna guía de aves a mano y un cuaderno donde apuntar lo que hemos visto, donde y cuando. Para aprender como identificar aves Madrid Ambiental ofrece un taller de Iniciación a la Ornitología y tenemos diferentes Itinerarios Ornitológicos para reforzar lo aprendido y disfrutar de estas vecinas tan especiales.

 

“¡Cuando retornes no olvides mi casa, golondrina que emigras!”

Kobayashi Issa

 

Puedes leer en las siguientes entradas la recopilación de especies observadas y registradas hasta el momento.