Hoy nos disponemos a realizar uno de nuestros Itinerarios Ornitológicos más singulares, puesto que se trata del único con recorrido lineal y que recorre dos parques distintos. Todo ello, eso sí, siguiendo un eje común y transversal a lo largo de todo el recorrido que dota a la ruta de sentido y coherencia: el río Manzanares.
A lo largo del recorrido vamos a encontrar diferentes entornos y ambientes: el olivar, las amplias praderas y la barrera formada por los árboles de ribera que guardan el cauce de canalización más suave y natural del Parque Lineal del Manzanares; el Salón de Pinos, las islas y su densa vegetación y el cauce canalizado por medio de muros verticales en Madrid Río. La diversidad de hábitats y vegetación siempre resultan propicios para albergar una mayor diversidad de especies.
[Imagen 1: Cartel interpretativo sobre las aves del Parque Lineal del Manzanares. Fuente: Madrid Ambiental.]
En cuanto a la meteorología, se nos presenta un panorama amenazador, pero con posibilidades. La amenaza de tormenta nos acompaña durante toda la mañana y ahuyenta a algunas especies habituales. Hoy se echan especialmente en falta a las más cantarinas: ni verdecillos, ni jilgueros, ni ruiseñores se dejan oír, y mucho menos ver.
Una de las ausencias más notables es la del estornino negro (Sturnus unicolor), que apenas llega a hacer una breve aparición en el punto de encuentro, para fortuna de los primeros usuarios en llegar. No obstante, la temperatura resulta especialmente agradable para ser agosto, la amenaza de lluvia propicia poca afluencia de visitantes, y los cortos momentos de lluvia son seguidos por picos de actividad de aves, animadas por el ambiente fresco y húmedo.
Antes de llegar al acceso al Parque Lineal del Manzanares, atravesamos un pequeño parque público del Barrio de San Fermín. En un breve y mágico momento, se congregan en torno a unos pocos árboles una gran variedad de especies. Un ruidoso grupo de cotorras argentinas (Myiopsitta monachus) se posa a los pies de unos álamos, mientras una solitaria cotorra de Kramer (Psittacula krameri) las replica desde lo alto. En un árbol cercano, un pico picapinos (Dendrocopos major) agita las ramas, y en la pradera, a una discreta distancia de las cotorras aparece una inconfundible abubilla (Upupa epops). Esta última se ve obligada a cambiar varias veces de ubicación por el acoso insistente de una urraca (Pica pica). Como telón de fondo se adivinan, en grupos cercanos pero separados, a las palomas torcaces (Columba palumbus) y a las palomas bravías (Columba livia), así como a una tórtola turca (Streptopelia turtur). En definitiva, una escena única y sorprendentemente diversa, con ocho especies interaccionando ante nuestros ojos.
[Imagen 2: Acceso al Parque Lineal del Manzanares desde San Fermín. Fuente: Madrid Ambiental.]
Tras este impresionante espectáculo, accedemos al Parque Lineal del Manzanares, donde, sin embargo, todo parece estar más quieto y silencioso. Apenas un grupo de gorriones comunes (Passer domesticus) y algún mirlo común (Turdus merula) cruzan nuestro camino antes de llegar a las inmediaciones del río Manzanares. Este inusual silencio se ve pronto interrumpido por el inconfundible canto del pito ibérico (Picus sharpei) que no tardamos en ver sobre el césped de una de las praderas. Cerca, se desplaza a buen ritmo sobre el suelo una lavandera blanca (Motacilla alba).
Llega el momento de desviar nuestra atención hacia el río Manzanares. Para poder observar su cauce, debemos caminar hasta encontrar un claro entre la densa vegetación de ribera. Entre el follaje, vislumbramos movimientos y, no sin dificultad, conseguimos descubrir al carbonero común (Parus major) y al chochín (Troglodytes troglodytes).
[Imagen 3: Ganso del Nilo (Alopochen aegyptiaca) bajo el puente del nudo Sur que transita sobre el Parque Lineal del Manzanares. Fuente: Madrid Ambiental.]
Por fin conseguimos asomarnos hacia el cauce del río desde una de las antiguas compuertas, ahora reconvertidas en pasarelas peatonales. Desde allí podemos observar el animado quehacer de los ánades azulones (Anas platyrrhynchos), ante la indiferente mirada de un solitario ganso del Nilo (Alopochen aegyptiaca). Sobre el agua, las golondrinas comunes (Hirundo rustica) realizan sus acrobáticos vuelos. En este punto abandonamos el Parque Lineal del Manzanares y nos dirigimos hacia Madrid Río a través de la pasarela que une ambos parques.
[Imagen 4: Panorámica del río Manzanares desde la pasarela que une el Parque Lineal del Manzanares y Madrid Río. Fuente: Madrid Ambiental.]
La pasarela ofrece un interesante contraste: a la izquierda, el bullicio de la transitada Avenida del Manzanares, y a la derecha, el tranquilo cauce del río. Entre estos entornos encontramos numerosas gallinetas (Gallinula chloropus) y a una impasible garza real (Ardea cinerea), dormitando sobre sus largas patas. Entre la vegetación de ribera, logramos avistar al papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca). De repente, una figura rápida se posa apenas unos segundos en la orilla opuesta y desaparece río arriba. Solo unos pocos logramos verla el suficiente tiempo para confirmar que se trataba del martín pescador (Alcedo atthis).
[Imagen 5: Uno de los Puentes Gemelos de Arganzuela en Madrid Río desde el acceso sur al parque. Fuente: Madrid Ambiental.]
El último tramo de la visita transcurre ya en el Parque de Madrid Río, a lo largo del breve tramo que nos separa de Matadero. Además de reencontrar con especies ya observadas, vamos a observar entre la vegetación, al menos a dos garcetas comunes (Egretta garzetta), y varios aviones comunes (Delichon urbicum) sobrevolando el río.
Al llegar al final de la ruta, concluimos que la jornada ha sido muy satisfactoria. Pese a la ausencia de algunas especies habituales debido a la amenaza de tormenta, otras se han dejado ver con claridad. Además, la temperatura agradable y la lluvia pasajera han proporcionado un ambiente ideal para disfrutar del paseo. Solo queda despedirnos y emplazarnos para un nuevo, y seguramente igual de intenso, itinerario ornitológico por los parques de Madrid.
Desde Madrid Ambiental os animamos a conocer a nuestras vecinas más incondicionales: ya sea en días soleados o lluviosos, en cualquier estación, siempre están presentes. Os invitamos a participar y compartir esta experiencia con nosotros en nuestros Itinerarios Ornitológicos. ¡Os esperamos!
“Para poder ver pájaros es necesario formar parte del silencio.”
Robert Lynd