Susanne y Alexandra reciben a las personas que se les acercan a su mesa de votación con una gran sonrisa. Alexandra, miembro de Voluntarios por Madrid, está pasando su segunda mañana con una urna de la primera votación ciudadana, mientras que para Susanne, colaboradora, es su primera vez.
Ambas cuentan que a primera hora, en el Centro Integrado de Arganzuela, es cuando más gente se ha acercado para votar alguna de las propuestas y preguntas planteadas en la votación, sobre todo personas mayores y jubiladas.
La urna está ubicada en el hall de entrada del centro, en un lugar bien visible por el que pasan personas que han acudido al polideportivo, una exposición o a realizar las diversas actividades que se ofrecen.
Por su parte, las personas que acuden a la Junta Municipal de Distrito de Arganzuela, en el Paseo de la Chopera, 10, cuentan con toda una habitación para depositar su voto. En ella encontramos a Julio y María Isabel, que ya están con el recuento de votos. Esa mañana han pasado unas 50 personas para decidir el futuro de Madrid.
El episodio que más les ha llamado la atención ha sido el caso de un estudiante que ha acompañado a su tía y a su tía abuela a votar y después se ha ido corriendo a clase. «Él ya había votado por Internet, pero quería que ellas votaran», cuenta, con ojos brillantes de emoción María Isabel.
«¿Y cómo van las votaciones?», preguntan curiosos. Lo sabremos próximamente, ya que se puede votar hasta el domingo 19 en urnas repartidas por toda la ciudad y también en la web de Decide Madrid. Será gracias a la aportación de su tiempo de cerca de mil personas voluntarias y colaboradoras, que, como las que hemos encontrado en Arganzuela, han hecho posible esta votación histórica.