Es primera hora de la mañana, y la calle López de Hoyos se halla concurrida, como cualquier día de diario. Por ella pasan personas hacia su lugar de trabajo, padres y madres con carritos de bebé, vecinos que vienen de la compra y personas mayores que salen a pasear. A lo largo de la estrecha acera se advierten numerosos árboles, a los que recientemente se les han rebajado los bordillos.
Una trabajadora que se encuentra barriendo su comercio a pie de calle, narra las dificultades que los bordillos de los alcorques ocasionaban en el día a día.
Los alcorques son zanjas alrededor de los árboles que almacenan agua o abono para que no se derramen ni desaprovechen.
Relata que los transeúntes tropezaban y tenían dificultades para caminar a menudo y, que en ocasiones, tenían que bordear a otros viandantes. Esta comerciante está satisfecha con el cambio y subraya la mejora que ha supuesto en un barrio tan frecuentado por personas mayores y con tanta vida en sus calles.
Otros vecinos y trabajadores de la zona corroboran los problemas previos que ocasionaban la elevación de los alcorques, y cómo ha mejorado la calle tras las obras.
«Estaría bien quitar esos escalones, ya que son peligrosos, antiestéticos y quitan espacio para los viandantes” Almu, autora de la iniciativa.
Un cambio a través de los presupuestos participativos
Los vecinos y vecinas del barrio Prosperidad alertaban en 2016 de los problemas que producían los bordillos de los alcorques en la calle López de Hoyos (distrito de Chamartín). Fue mediante el proceso de presupuestos participativos, por el que se decide en qué gastar una parte de las cuentas municipales.
“Estaría bien quitar esos escalones, ya que son peligrosos, antiestéticos y quitan espacio para los viandantes”, recalcaba Almu, autora del proyecto que resultó ganador con 222 votos.
Con su propuesta y participación, los vecinos de la Calle López de Hoyos han conseguido mejorar la accesibilidad. ¿Qué opinas de este proyecto? ¿Cambiarías también algo de tu barrio?