“¿Puedo votar que pongan más bancos en mi barrio? ¿Me tengo que hacer una cuenta de correo solo para votar o vale el de mi nieta? ¿Cómo sé cuánto dinero se va a dar a cada cosa?”. En el Centro Municipal de Mayores San Francisco, en el distrito Centro, hoy toca “clase” de votación de los presupuestos participativos.
Parece que tienen algunas dudas, por eso, Paloma Castro y Luis Rodríguez, de Voluntarios por Madrid, han acudido al centro a echarles una mano.
Paloma lleva un año en este proyecto municipal tras vivir mucho tiempo en el extranjero y cuenta: “Cuando volví, me pareció que apuntarme a Voluntarios por Madrid podía ser una fantástica forma de reencontrarme con la ciudad y conocer lo que se estaba haciendo”.
Luis, en cambio, es ya un veterano que lleva desde 2009 con los voluntarios del Ayuntamiento donde, desde hace tiempo, participa activamente como monitor en las rutas guiadas por la ciudad.
Paloma y Luis han recibido formación previa para estar hoy aquí. Para conocer todos los recovecos de la votación, que este año destina 100 millones de euros del presupuesto municipal a los proyectos propuestos por la ciudadanía, se han impartido diversas sesiones de formación en la sede del Área de Participación Ciudadana, Transparencia y Gobierno Abierto. Acabar, o al menos mitigar la brecha digital con las personas mayores es uno de los objetivos de la iniciativa.
Una mañana para conocer los presupuestos participativos
Los voluntarios han llegado al centro a las 10:30 y esperan a que se habilite la sala de informática. Poco a poco va llegado el alumnado, expectante por ver en qué va a consistir la charla.
Lo primero, les explican qué son los presupuestos participativos, algo totalmente novedoso para la mayoría. Paloma señala que “el concepto no es difícil de entender, lo que es dificultoso para ellos es la herramienta. Hacerles entender cómo se pasa de algo virtual a algo real, que visualicen este proceso, es lo que más les cuesta”.
Luis añade que “algo como que se creen una cuenta de correo a veces es justo lo más difícil, porque muchos no tienen y quizá no la necesitan para nada en sus vidas cotidianas. Lo cierto es que las aulas de informática de los centros de mayores están ayudando mucho en este tema”.
Ya se puede votar sin e-mail ni móvil
Por dificultades como las que describe Luis, el Área de Participación Ciudadana, Trasparencia y Gobierno Abierto, ha simplificado el trámite para votar. Se puede acudir a votar presencialmente a una Oficina de Atención a la Ciudadanía (OAC), donde, tras mostrar el DNI, se facilita un usuario y una contraseña sin necesidad de tener un e-mail o un número móvil.
Emilio, un alumno que tiene correo, explica orgulloso que ya ha hecho sus primeros pinitos en internet y lo usa con cierta asiduidad. Se ofrece voluntario a ser él quien ingrese su cuenta para continuar con el proceso y los voluntarios van guiándole pantalla a pantalla mientras todos los demás observan y toman apuntes.
Lida, de 87 años, interviene: “Yo quiero más bancos en mi barrio, y si puede ser que los pongan a la sombra”. Paloma le explica que el proceso de propuestas está cerrado, que ya estamos en el proceso de votación.
Mientras tanto, click a click, y durante casi una hora, han ido avanzando en el proceso. Comentan las propuestas, analizan el presupuesto que tienen y finalmente, Emilio emite su voto a las que considera oportunas.
Están satisfechos porque, mantienen: “Al menos se gastan nuestro dinero en cosas en las que podemos opinar, y eso está muy bien”. Elena de la Cruz, la animadora sociocultural del centro, sugiere que estaría bien que acudieran voluntarios de nuevo el año próximo y se haga un taller para explicar cómo lanzar propuestas propias. “Sentirse escuchados es muy importante para ellos”, sentencia.
Las charlas en centros de mayores municipales a cargo de Voluntarios por Madrid se prolongan durante todo el mes de junio. Para que la brecha digital sea un poco más pequeña y todo el mundo pueda decidir en qué se gasta el dinero público.