La biología, una ciencia fundamental para entender cómo es la vida
Aunque en ocasiones se hagan chiste sobre la cantidad y diversidad de trabajos que hay relacionados con el sector, lo cierto es que la biología es una ciencia importante que puede desvelar los misterios de la vida tal y como la conocemos, incluido el origen de la vida y las leyes que la sustentan. De hecho, aporta información teórica y práctica a muchas otras ramas científicas, lo que facilita la lucha contra las enfermedades y mejora nuestra calidad de vida.
El desarrollo económico y social sostenible de un país está estrechamente vinculado con la protección y el uso racional de los recursos naturales, en particular la diversidad biológica, los suelos, las aguas y los bosques
Pero no siempre el estudio y conservación de la naturaleza ha estado en la mente de todos y todas.
Aunque los primeros homínidos tenían conocimientos básicos sobre los animales y plantas comestibles y seguían a las manadas en sus movimientos migratorios, no fue hasta la revolución megalítica (hace 10.000 años) cuando se tuvo un interés real por el conocimiento del medio, a través del desarrollo de la agricultura, la ganadería y una medicina básica basada en plantas curativas.
Más tarde, en los periodos del Egipto y la Grecia antiguos se generalizaron los estudios naturalistas (especialmente de las ramas de zoología, botánica y medicina), la mayoría de los cuales se basaban en interpretaciones místicas o religiosas de la realidad.
Será a partir del siglo XIX, cuando surjan los primeros trabajos biológicos independientes y separados de la filosofía, especialmente promovidos por Karl Friedrich Burdach, y más tarde con los estudios de Charles Darwin -centrados en la importancia de la extinción y la transmutación de las especies– y Johan Gregor Mendel -con el rápido progreso de la genética-, que llevaron a la biología a su etapa moderna.
Con la llegada del siglo XX, nuevas disciplinas se desarrollarán a partir de la biología molecular y el desciframiento del código genético, promoviendo la división de la ciencia en biología de organismos, celular, molecular…
A todos nos suenan los nombres de Darwin o Mendel, pero ¿quién es Ignacio Bolívar y qué relación tiene con la biología?
Pues mucha… especialmente en el entorno español y especialmente en la defensa de la promoción de los estudios naturalistas.
Ignacio Bolívar y Urrutia, nacido en Madrid, siempre tuvo inclinaciones naturalistas, entrando desde edad muy joven en contacto con el Museo de Ciencias Naturales y con el Real Jardín Botánico, donde se cursaban muchas de las asignaturas de la Sección de Naturales de la Facultad de Ciencias -en la que estaba matriculado-.
A comienzos de este año, se crea la Real Sociedad Española de Historia Natural, gracias a la iniciativa privada de un grupo de 14 socios fundadores -de los que Bolívar era el de menor edad-, con el objetivo principal del cultivo y adelantamiento de la historia natural “principalmente por medio del estudio de las producciones naturales de España y sus provincias ultramarinas, y de la publicación de cuanto a dichas producciones se refiera”. Su labor en la Sociedad Española de Historia Natural fue ingente, pues además de prestigiarla con algunos de sus más importantes trabajos, durante más de tres décadas cuidó de su economía y de la calidad y rigor de las publicaciones que editaba.
Ese mismo año, participa en la fundación del Ateneo Propagador de las Ciencias Naturales, que agrupaba a los naturalistas más jóvenes de posición acomodada de la época y cuyo objetivo era crear una biblioteca que conformara las colecciones de la flora y fauna del país. Desafortunadamente, la entidad desapareció al poco tiempo, pues no había espacio para dos sociedades con objetivos tan próximos.
Aquí se publica el valioso “Cuadro para facilitar la clasificación de las especies españolas del género Gryllus (Ortópteros)”, que apareció en 1873.
Sus trabajos de campo se multiplicaron durante los años posteriores, culminando con la publicación del trabajo Sinopsis de los ortópteros de España y Portugal de 1876 en el cual se facilitaba un censo de ortópteros de 181 especies, pertenecientes a 76 géneros, cuando los datos anteriores se limitaban a 50 especie.
En el campo de la entomología alcanzó su máximo esplendor, publicando más de 300 libros y monografías y descubriendo más de 1.000 especies nuevas y unos 200 géneros nuevos
Fue nombrado catedrático de Entomología de la Universidad Central de Madrid, lo que suponía su ingreso en la junta de profesores del Museo de Ciencias Naturales (que culminaría con su nombramiento como Director del mismo en 1901) y le permitía promover la entidad estableciendo un nuevo Reglamento del Museo basado en: formar colecciones, realizar expediciones convenientemente dirigidas, favorecer la constitución de colecciones de Historia Natural en los establecimientos de enseñanza sostenidos por el Estado, promover y fomentar la publicación de obras de reconocido mérito y utilidad, procurar el aumento de la biblioteca del museo, etcétera.
Se nombró a Bolívar director del Real Jardín Botánico, con la intención de que llevase a cabo una labor de reestructuración semejante a la realizada al frente del museo, que se materializó en nuevos laboratorios, dinamizó los trabajos y proyectó la nueva sección de Flora Tropical.
Nunca descuidó los trabajos al frente de la cátedra de Articulados, donde fue asumiendo nuevas responsabilidades: decano de la Facultad de Ciencias, vocal de la Junta para Ampliación de Estudios, académico de la de Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, etc. Desde cada nuevo puesto, buscó la promoción de los naturalistas, en particular, y de los científicos españoles, en general, y su relación con los más significativos especialistas extranjeros.
Los trabajos que publica en la revista Eos, en el Boletín de la Española, en las publicaciones de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, así como en publicaciones extranjeras, son otra prueba de que sus investigaciones no se resienten a pesar de sus numerosas obligaciones.
A la edad de ochenta y nueve años de edad se ve obligado al exilio al sur de Francia y más tarde a México, donde fue nombrado Doctor honoris causa por la Universidad Nacional Autónoma de México después de una extraordinaria labor académica y de colaboración científica, que mantuvo hasta su fallecimiento.
En resumen, nos encontramos ante uno de los naturalistas más importantes de nuestro país, que no fue suficientemente reconocido en años posteriores a su exilio y que queremos homenajear a través de un seminario que ponga en valor su obra.
¡¡¡No te lo pierdas!!!
WEBINARIO: Ignacio Bolívar y el impulso de los estudios biológicos
Impartido por D. Alberto Gomis Blanco –Expresidente de la Real Sociedad Española de Historia Natural-, en el Seminario digital se pondrá de manifiesto el importante papel que desempeñó el naturalista Ignacio Bolívar y Urrutia (1850-1944) en la divulgación científica, con sus investigaciones pioneras sobre taxonomía y sistemática de insectos.
Antes de finalizar el directo, se reservarán unos minutos para formular preguntas y resolver dudas con los ponentes. Pero si deseáis formular vuestras consultas con antelación podéis enviarnos vuestras preguntas a infocasacampo@madrid.es y Alberto las contestará durante el seminario.
¿Cuándo y dónde?
Tendrá lugar jueves 16 de noviembre a las 13:00 horas a través de éste enlace, en nuestro Canal YouTube, donde podréis hacer consultas sobre el tema en directo.
¡¡¡Te esperamos!!!
Todo esto… y mucho más
Para ampliar la información sobre el tema, te invitamos a consultar los siguientes enlaces:
WEBINARIO: El efecto de la contaminación en el patrimonio cultural construido en piedra