¡Cotorras sí! ¡Cotorras no! Lo que es innegable es que esta especie inicialmente introducida como doméstica, se ha adaptado asombrosamente a nuestras zonas verdes, llegando a incrementar su población un 33% en los tres últimos años; lo que produce interferencias con la flora y fauna local y molestias para los vecinos que conviven con ellas. […]