¿Qué está pasando con los autillos de la ciudad de Madrid?

 

El pasado 3 de abril, os ofrecimos un seminario sobre el Autillo europeo en colaboración con la Asociación Brinzal, a cuyo personal agradecemos toda la ayuda prestada para la emisión en directo del mismo.

 

Pero si os lo perdisteis no os preocupéis, aquí podréis ver el vídeo completo de la conferencia y consultar anteriores páginas relacionadas:


¿Qué encontraremos en este webinar?

 

El Autillo europeo (Otus scops) es la rapaz nocturna más pequeña de la Península Ibérica, con un peso medio de unos 93 gr y una longitud total de 20-21 cm. Es un búho pequeño de color gris- parduzco y grandes ojos amarillos. Sobre la cabeza presenta dos penachos, que asemejan pequeñas orejas muy visibles cuando está en estado de alerta y una especie de V dibujada entre los ojos. Es una rapaz asociada a los espacios boscosos de ribera, que aprovecha oquedades de los árboles para establecer su zona de nidificación (a la que no aporta materiales), donde depositará de 3 a 6 huevos. Su alimentación se basa principalmente en invertebrados, complementándose con pequeños reptiles, anfibios, mamíferos y aves. En Europa el autillo es un visitantes estival, que pasa el invierno en las sabanas africanas entre el Sáhara y los bosques ecuatoriales.

Pero desde hace años, la población de esta rapaz está sufriendo una grave enfermedad que afecta principalmente a los individuos residentes en la ciudad de Madrid

Según los datos aportados por Raquel Sánchez y Raúl Alonso -miembros de BRINZAL-, en 1997 llegaron al Centro de Recuperación los primeros 4 autillos con un problema de necrosis de faringe, inicialmente achacado a una infección por Trichomonas. Desde entonces hasta hoy han pasado por Brinzal 364 ejemplares de autillo con esta enfermedad, que si no es tratada provoca la muerte por inanición de la mayoría de los infectados.

 

Recientes estudios han demostrado que el causante es un parásito nemátodo (Gongylonema sp.), que afecta exclusivamente a los individuos de pocas semanas de vida (aproximadamente un 90% de los pollo de autillos de la ciudad de Madrid la sufren) y que es transmitido a través de la dieta. En las ciudades actuales escasean los invertebrados, lo que ocasiona que la alimentación de esta pequeña rapaz se base casi en exclusiva de la Cucaracha negra (Blatta orientalis), hospedador intermediario del nematodo; de manera que, sin quererlo, los adultos son los principales responsables de la transmisión de la enfermedad a las crías.


¿Qué podemos hacer para minimizar los efectos de esta enfermedad?

 

Puesto que la principal causa de la enfermedad es el consumo monoespecífico de cucaracha negra, una diversificación de la dieta conllevará una reducción del número de pollo infectados. Dicho de otro modo, actuando sobre los insectos estaremos ayudando a la supervivencia de los pollo de los autillos.

 

Y para ello, sería necesario la adaptación de medidas que promuevan la instalación de una entomofauna rica y variada en las zonas verdes urbanas, entre las que se destacan:

  • Selección de especies vegetales autóctonas y de floración espaciada a lo largo del año.
  • Creación de espacios libres de contaminación lumínica.
  • Desarrollo de un plan de actuaciones de mantenimiento compatibles con el ciclo biológico de las especies.
  • Uso limitado de fitosanitarios y promoción del control biológico de plagas.
  • Creación de espacios artificiales  (hoteles) o acondicionamiento de áreas naturales (troncos secos, hojarascas, rocallas, areneros…) donde puedan habitar los insectos.
  • Y en última instancia, creación de islas biológicas separadas de las zonas de acceso público.

Con estas sencillas iniciativas se incrementaría la biodiversidad de fauna existente en las ciudades.

 

Y recordad… si esta primavera os encontráis un ave herida seguid las recomendaciones de Brinzal  para saber cómo actuar.

 

Porque… #YoMeQuedoEnCasa

Si queremos conservar lo más grande

debemos empezar por conservar lo más pequeño