Prepara clavos, serrucho y martillo… hoy hacemos un REFUGIO PARA SALAMANQUESAS

 

A pesar de que el estado de conservación de las salamanquesas no se encuentra en peligro, las poblaciones que habitan en ambientes urbanos están viendo reducidas las zonas con grietas y oquedades en las que guarecerse por la actual tendencia arquitectónica minimalista.

 

Es por eso que en la entrada de hoy os proponemos que ayudéis en la conservación de este pequeño saurio, que tantos beneficios aporta al ser humano, mediante la creación de refugios artificiales que podréis instalar en vuestro jardín o terraza. En estas guaridas las salamanquesas podrán cobijarse durante el día de los depredadores, además de constituir un escondite idóneo de invernada o para llevar a cabo la reproducción.

 

A través del siguiente vídeo, explicaremos paso a paso cómo fabricar tu propio refugio de salamanquesas empleando material reciclado.

Si queréis saber más sobre las salamanquesas, no dejéis de consultar la entrada: Geckos: los dragones de nuestras paredes.

 


Importante: encontrar una buena localización

 

Ahora que tenemos el nuevo hogar de nuestros amigos, debemos buscar un sitio óptimo en el que instalarlo:

  • Situémoslo en paredes cercanas a fuentes de luz nocturna; si disponen de alimento de fácil acceso, se instalarán antes en su nuevo hogar.
  • La altura es variable, pero como mínimo a 2m de altura del suelo; para evitar el acceso a depredadores.
  • Evitemos las orientaciones en umbría; recordemos que necesitan termorregularse tomando el sol durante algunas horas del día.
  • Evitemos zonas húmedas e instalemos un tejadillo que les de sombra y protección frente a las lluvias.
  • Y recordemos hacer una limpieza, desinfección y mantenimiento del refugio al menos una vez al año.

 


Crea tu propio diseño. Es fácil.

 

Pero también os podéis animar a crear vuestro propio diseño de refugio. Sólo debéis tener en cuenta una serie de premisas:

  • La entrada a la caja debe situarse en la parte inferior, para alejarla de la luz diurna y evitar que entre agua.
  • Debéis disponer una salida de emergencia, por si el refugio es visitado por un depredador.
  • La anchura de la entrada debe ser la justa para una salamanquesa adulta (unos 1,5 x 2cm); lo que limita el acceso de otras especies.
  • El habitáculo interior debe ser amplio, pero estrecho.
  • El habitáculo interior y la ranura de entrada no deben estar directamente comunicadas; crear una especie de estancias en el interior, separadas por listones.
  • Evitar que el refugio sea hermético; dejando ranuras pequeñas se favorece la ventilación.
  • No empleéis barnices o pinturas para conservar la madera; madera limpia y sin pulir, con un poco de aceite de linaza es suficiente.

 

Y ahora… manos a la obra