Entre el tráfico, los edificios y la gente de Madrid, conviven -de manera casi imperceptible- los habitantes de la noche; entre los que destaca el BÚHO REAL

 

Desde hace varios años, los vecinos de una urbanización de un municipio del oeste de la Comunidad de Madrid se han acostumbrado a compartir sus ventanas con una pareja de búhos reales y las crías que año tras año sacan adelante… y es que últimamente cada vez es más fácil observar a la mayor de las rapaces nocturnas ibéricas en las zonas urbanas de la capital.

Con sus más de 180 cm de envergadura, el Búho Real (Bubo bubo) es un formidable depredador capaz de alimentarse de una gran variedad de presas, gracias a sus poderosas garras, su corpulencia, su plumaje críptico y sus grandes ojos anaranjados.

Presenta preferencia por hábitats rocosos y bosques no muy densos; aunque es una especie adaptable y no muy exigente, como queda constancia al verle anidar en una jardinera.

Sus hábitos nocturnos, su plumaje acolchado y sus técnicas de camuflaje les permiten pasar prácticamente desapercibidos en su entorno natural; pero su reclamo nupcial se puede escuchar fácilmente a lo largo del invierno.

 

Si quieres saber más sobre el Búho Real y el resto de rapaces nocturnas ibéricas, te invitamos ver el siguiente vídeo:

Además te invitamos a consultar la guía editada por BRINZAL y el poster de J. R. Castelló de las rapaces nocturnas ibéricas.


Que no les veamos, no significa que no estén

 

A pesar del impacto que sufre esta especie a consecuencia del desarrollo urbano -por la destrucción del hábitat natural, la disminución de presas, los atropellos, los accidentes con tendidos eléctricos, las intoxicaciones o los disparos-, el búho real (Bubo bubo) ha multiplicado por cinco su población en la Comunidad de Madrid desde 1997.

 

Actualmente se estima que entre 2500-5000 parejas se encuentran repartidas por prácticamente toda la Península, aunque escasea o falta en la región cantábrica y en el cuadrante noroeste, así como en las regiones más intensamente cultivadas de ambas Castillas y el valle del Guadalquivir.

En la Comunidad de Madrid la población se sitúa en más de 250 parejas; mientras que en la capital hay constancia de al menos 8 parejas – concretamente, en la Casa de Campo hay 1 pareja asentada.

El territorio madrileño acoge al 10% de la población de búho real presente en España.

Y gran parte de este aumento poblacional se lo debemos a la labor de asociaciones y entidades en defensa de la biodiversidad, que centran sus esfuerzos en la conservación del hábitat y la reintroducción de especies.

En la Casa de Campo se ubica el único centro de recuperación de fauna especializado en rapaces nocturnas de España: BRINZAL

En este sentido, en el año 2017 se materializó el convenio de colaboración entre dos de las instituciones para la conservación y recuperación de aves nocturnas más emblemáticas de la Casa de Campo -BRINZAL y el Zoo Aquarium-, a través de la introducción de un joven búho real en el medio natural.

Bautizado con el nombre de BIO, nació de dos ejemplares irrecuperables del Zoo y entró a formar parte del programa de recuperación de rapaces nocturnas de BRINZAL; culminando el proceso con la suelta del joven de 6 meses en el entorno de Miraflores.

Para facilitar el proceso de recuperación, BRINZAL dispone de hasta 35 instalaciones adaptadas para la estancia de las 7 especies de rapaces nocturnas ibéricas.


Conoce a fondo la labor de BRINZAL

 

El Centro de Recuperación para Rapaces Nocturnas BRINZAL es una asociación de defensa medioambiental sin ánimo de lucro, dedicada al estudio y conservación de las rapaces nocturnas.

Constituida en 1986, la actividad principal de la asociación se enmarca dentro del campo de la rehabilitación de fauna salvaje, incluyendo: recogida del animal, tratamiento veterinario, readaptación física y aptitudinal (volar, cazar…), liberación y seguimiento.

A lo largo de su existencia, BRINZAL ha atendido más de 30.300 ejemplares.

De los cerca de 2.300 ingresos anuales que se reciben se está alcanzando el 75% de éxito de recuperación en el caso de las rapaces nocturnas.

Si quieres conocer a fondo sus instalaciones y en qué consiste el proceso de recuperación de una rapaz nocturna, te invitamos a realizar un recorrido virtual por las mismas -ya que no se admiten visitas presenciales, para evitar interferir en la recuperación de los ejemplares.

 

Pero BRINZAL también se encuentra inmerso en multitud de proyectos de conservación del medio ambiente: desde proyectos de reintroducción de determinadas especies en zonas donde ha desaparecido, hasta campañas de concienciación sobre problemas concretos, pasando por la formación, la investigación, la realización de censos o la educación ambiental; para lo cual cuenta con la colaboración de diferentes administraciones (autonómicas y municipales), instituciones públicas y privadas (universidades, empresas…) y grupos conservacionistas.

Esta ingente labor se consigue llevar a cabo gracias a la participación de un equipo multidisciplinar de profesionales (biólogos, veterinarios, naturalistas,…) al que apoya un nutrido grupo de «buholuntarios« que colaboran de manera totalmente desinteresada.

 

No pierdas la oportunidad de colaborar en la conservación de nuestro patrimonio biológico