El 7 de julio es un día para resaltar la importancia del suelo y los beneficios de su adecuado manejo y protección

 

La fecha de la celebración del Día Internacional de la Conservación del Suelo fue fijada en 1963 en memoria del Dr. Hugh Hammond Bennet (15 de abril de 1881 – 7 de julio de 1960) investigador estadounidense que dedicó su carrera al estudio de la producción y conservación del suelo. Una conocida afirmación suya que sigue vigente en la actualidad es:

La historia es un registro de la lucha humana por arrebatarle la tierra a la naturaleza, porque la alimentación de las personas depende de los productos del suelo. Tan directa es la relación entre la erosión del suelo, la productividad de la tierra y la prosperidad de la gente, que la historia de la humanidad puede ser interpretada, al menos en un alto grado, en términos del suelo y lo que le ha sucedido a éste como resultado del uso del ser humano

El objetivo que perseguía Hammond coincide con el principal propósito de este día: concienciar a las personas del importante papel que ejerce el suelo dentro del frágil equilibrio medio ambiental.


Pero… ¿qué es el suelo?

 

Se conoce como suelo o tierra a la parte superficial de la corteza terrestre, biológicamente activa, que proviene de la desintegración o alteración física y química de las rocas y de los residuos de las actividades de seres vivos que se asientan sobre él. La composición de un suelo a grandes rasgos es: 45% parte mineral, 25% agua, 25% aire y 5% materia orgánica.

Hacen falta más de 1000 años para que se forme 1cm de suelo, por lo que se considera un recurso natural no renovable

El suelo que tenemos es el único que habrá a lo largo de nuestras vidas; por lo que se ha convertido en uno de los recursos más vulnerables del mundo frente al cambio climático, la degradación de la tierra y la pérdida de biodiversidad.

Hasta el 90% de los organismos vivos viven o pasan parte de su ciclo de vida en los suelos

Se trata de un recurso vivo, que alberga más del 25% de la biodiversidad de nuestro planeta y que tiene una importancia vital para el funcionamiento de los ecosistemas.

Se estima que actualmente solo se conoce el 1% de las especies de microorganismos del suelo, frente al 80% de las especies de plantas


Importancia de la conservación del suelo

El suelo cumple unas funciones muy importantes que se podrían enmarcar en las siguientes categorías:

  • Suministro de materias primas. El suelo proporciona el 95% de los alimentos que consumimos y el otro 5% proviene de las fuentes de agua. Otros recursos que provee el suelo son las fibras textiles y algunos materiales de construcción como el yeso, también es fuente de fármacos y recursos genéticos. Así los suelos saludables pueden garantizar la seguridad alimentaria, proporcionar mejores medios de subsistencia y reducir la migración forzada.
  • Función de regulación. Ajusta el correcto funcionamiento de los distintos sistemas, ya que tiene la capacidad de absorber carbono atmosférico y retenerlo, ayudando así a mitigar el cambio climático; llegando a contener más carbono que la atmósfera y la vegetación terrestre en conjunto. En cuanto al agua también juega un papel fundamental, ya que tiene la capacidad de filtrar y limpiar de contaminantes decenas de miles de kmᵌ de agua al año. Además, un suelo con una buena estructura podrá evitar inundaciones porque el agua se infiltrará y recargará los acuíferos. También en el suelo se genera el ciclo de los nutrientes el cual es esencial para que se desarrollen las plantas y puedan crecer de manera correcta.

  • Función cultural. El suelo forma parte del paisaje cultural de nuestras mentes así como del medio físico. Es el soporte de los bosques, de las montañas y de las infraestructuras humanas, además de ser el medio que alberga fósiles de organismos y artefactos del pasado.

  • Soporte de vida. El suelo es el hábitat de multitud de seres vivos. ¡Hay más organismos vivos en una cucharada de tierra que personas en nuestro planeta!

Te recomendamos el siguiente video que trata de concienciar sobre la importancia de una adecuada conservación de los suelos y el papel de su biodiversidad como un proveedor clave de servicios ecosistémicos y como una de las principales soluciones basadas en la naturaleza para hacer frente a todos los desafíos mundiales actuales:


Las amenazas al suelo

 

Pese a ser un recurso tan importante y vital para el ser humano, no lo protegemos tanto como deberíamos. Son muchas y variadas las causas que poco a poco van degradando las condiciones óptimas de los suelos, destacando:

  • La contaminación: En Europa se conocen actualmente 2,5 millones de zonas contaminadas cuyos suelos sufren debido a los vertidos que se hacen a través de los procesos agrícolas, industriales o urbanísticos.
  • La agricultura intensiva: En la actualidad, la mayor parte de la producción alimentaria se basa en sistemas agrícolas con un uso intensivo de recursos y un elevado nivel de insumos (fertilizantes, abonos, plaguicidas…) lo que lleva asociado un alto coste medio ambiental por los impactos continuos al suelo, el agua, la atmósfera, la biodiversidad… Una de posibles soluciones podría ser el cambio hacia la agroecología.
  • La erosión: La acción del agua o del aire provoca la erosión del suelo, perdiéndose toneladas de suelo fértil al año, quedándonos sin la posibilidad de usar esos suelos como cultivo y dejando además de realizar el resto de sus funciones. La eliminación de los bosques autóctonos aceleran esta erosión.
  • Otros: La pérdida de materia orgánica, el agotamiento de los nutrientes, la salinización, la acidificación, la compactación, la presencia de microplásticos, la ocupación máxima para construcciones humanas…


Un problema de actualidad: la presencia de microplásticos en el suelo

 

Actualmente vivimos en la «era del plástico», usando más de 240 millones de toneladas al año, principalmente de plásticos de un solo uso. Los microplásticos tienen un tamaño menor de 5 mm y los nanoplásticos son las partículas de plástico de 1 a 1000 nanómetros. El principal problema es que estas piezas microscópicas están entrando en la cadena alimenticia.

Se estima que la cantidad de plástico que llega a los suelos es entre 4 y 23 veces mayor que la que llega a los océanos

Los micro y nano plásticos llegan al suelo por:

  • Fragmentación de plásticos más grandes: A partir de trozos de plásticos más grandes se generan micro y nano plásticos mediante fragmentación física y química producida por los rayos del sol, mordiscos de los animales, la acción del viento o la lluvia, los cambios de temperatura, etc.
  • Insumos y prácticas agrícolas: Plásticos que se usan en la práctica del «mulching» (o cubrimientos con compost grueso) que se van fragmentado en trozos más pequeños y quedan en el suelo. También los lodos a menudo se usan como fertilizantes y esos lodos provienen de plantas de tratamiento de aguas residuales, las cuales van cargadas de micro y nano plásticos.
  • Por deposición: En las ciudades y carreteras se generan micro y nano plásticos que contaminan los suelos alrededor, por ejemplo el caso de las fibras de los neumáticos al ir gastándose o los residuos en los vertederos. Los ríos transportan micro y nano plásticos que contaminan los suelos alrededor cuando se inundan. Muchos animales ingieren microplásticos que expulsan por las heces y se depositan en el suelo.

Así los microplásticos impactan en las propiedades fisicoquímicas de los suelos, empeorando su calidad y funciones y los servicios ecosistémicos que proporcionan, lo que supondrá una pérdida de productividad a medio y largo plazo.

Una gestión sostenible y el empleo de técnicas de cultivo cuidadosas pueden revertir la tendencia de la degradación del suelo y garantizar la seguridad alimentaria mundial actual y futura.


Todo esto… y mucho más

 

Para ampliar la información sobre este tema, desde el CIEA Casa de Campo os invitamos a consultar los siguientes documentos y enlaces:

Día contra la Desertificación y la Sequía

WEBINAR: La Piel Viva del Suelo

WEBINAR: La biodiversidad como sustento del Planeta

Pon los pies en la Tierra: ¡cuida el suelo como se merece!