Que no les veamos no significa que no estén ahí

 

El desarrollo industrial característico del siglo XX ha dado como resultado un aumento de nuestra calidad de vida; pero también ha generado una serie de problemas, entre los que destaca el aumento de contaminación que sufren nuestros ecosistemas a distintos niveles: desde el aire que respiramos, al agua que bebemos, pasando por los alimentos que ingerimos o el espacio en el que vivimos.

Mercurio, cadmio, plomo, bisfenol A, ftalatos, formaldehídos y otros tantos compuestos tóxicos pueden aparecer en textiles, materiales de construcción, alimentos, electrodomésticos, juguetes, productos de limpieza e higiene…

 

En su mayoría, son agentes en dosis muy bajas, de forma que su efecto es imperceptible para nuestros sentidos; pero tienen un efecto acumulativo y a la larga dañan nuestra salud a través de una contaminación invisible.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una de cada cuatro enfermedades en el mundo puede estar relacionada con factores ambientales, siendo especialmente vulnerables los menores

Enfermedades respiratorias, asma infantil, alergias, cánceres infantiles, problemas cognitivos, alteraciones hormonales… no paran de crecer en incidencia entre la población infantil, ya que los menores presentan una serie de características que les hacen particularmente sensibles a la influencia del entorno:

  • respiran más que los adultos, su corta estatura hace que estén más próximos al suelo y su piel es más permeable, de modo que se exponen más a inhalar compuestos orgánicos volátiles o sustancias presentes en el polvo;
  • pueden ingerir tóxicos directamente por el acto común de arrastrarse, gatear o llevarse las manos a la boca;
  • comen y beben más en relación a los adultos, lo que hace que sus cuerpos puedan incorporar más contaminantes;
  • sus sistemas orgánicos de eliminación de tóxicos aún no han madurado…

Es importante concienciar acerca de cuáles pueden ser situaciones de posible riesgo y las formas para reducirlas, ya que el aire, el ruido, las sustancias químicas, los alimentos, los campos electromagnéticos, etc. pueden tener influencias negativas en nuestra salud.

 

El proyecto Salud Ambiental en la Escuela sensibiliza sobre la influencia del medio ambiente en la salud y promueve hábitos saludables en el entorno escolar, ya que los niños y niñas tienen una gran capacidad de aprendizaje y son la base de la sociedad, por lo que los cambios aplicados en esta etapa repercuten en todo el conjunto.


Webinar: Salud Ambiental en la Escuela. Por una vida más sana

 

Si queréis saber más sobre cómo afectan los compuestos contaminantes ocultos a los niños y niñas, y recopilar ideas para adaptar los entornos próximos a espacios libres de tóxicos, no podéis perderos éste seminario.

¿Quieres saber más?

Impartido por Eva Gil – miembro de la Fundación Vivo Sano-, en el seminario digital se abordará la importancia de la salud ambiental, especialmente para los menores de edad, ofreciendo alternativas saludables a la exposición a tóxicos cotidianos en el entorno próximo.

Antes de finalizar el directo, se reservarán unos minutos para formular preguntas y resolver dudas con el ponente. Pero si deseáis formular vuestras consultas con antelación, podéis enviarnos vuestras preguntas a infocasacampo@madrid.es y Eva las contestará durante el seminario.

 

¿Cuándo y dónde?

Tendrá lugar el viernes 29 de octubre a las 12:00 h. a través de este enlace en nuestro Canal YouTube, donde podréis hacer consultas sobre el tema en directo.


Todo esto… y mucho más

Si quieres saber más sobre este tema, puedes consultar los siguientes enlaces:

¡No dejes de participar en directo!