La inteligencia es uno de los conceptos estudiados por la psicología más difíciles de explicar 

 

Podemos definir la inteligencia animal como el conjunto de habilidades y capacidades que permiten a los animales vivir y adaptarse a sus nichos ecológicos, o dicho de manera más sencilla: la capacidad  de resolver problemas y adaptarse a la vida.

Los animales tienen la capacidad de adaptarse a su entorno y modificarlo a través del aprendizaje y su comportamiento

Durante mucho tiempo, en la ciencia moderna dominaba la opinión de que las diferencias entre el ser humano y las otras especies eran tan grandes que hablar de conciencia animal sería un disparate total.

La mente animal despertó considerable interés a finales del siglo XIX y a principios del XX. En 1871 Charles Darwin publicó El origen del hombre, donde escribió que la diferencia mental entre las personas y los animales “superiores”, aunque grande, es solo de grado, y no de tipo. Dicho de otro modo: si las personas tenemos inteligencia no es improbable que los animales la tengan también, aunque en menor medida. Igualmente añadió que hay trazas de esta facultad no solo en vertebrados, sino también en arañas y mariposas.

 

Posteriormente, en 1882, el psicólogo y biólogo George Romanes amplió este estudio de la evolución intelectual recopilando una gran colección de descripciones de la inteligencia animal, entendida como la capacidad de aprender y entender el mundo físico.

 

Pero en seguida Darwin y sus seguidores fueron tachados de antropomorfistas (es decir, de atribuir rasgos humanos a otras especies) y sus ideas fueron ridiculizadas.

 

No obstante, la visión mecanicista del comportamiento de otras especies se fortaleció con el auge del conductismo que, además, desterró de la investigación lo (directamente) inobservable. En consecuencia, el problema del pensamiento en animales era considerado casi como un tabú en las comunidades científicas y hasta las últimas décadas del siglo XX los animales eran considerados meros autómatas de estímulo y respuesta.

Afortunadamente, en las últimas décadas el enfoque ha ido cambiando y hoy en día está más aceptada la idea de que los humanos y los animales compartamos características y habilidades, incluyendo las mentales. La ciencia, quizás acordándose de Darwin, otra vez hizo descender al ser humano de su trono para acercarle más al reino animal, revelando que muchos aspectos de la conducta humana tienen su equivalente en el mundo animal. Y es que nuestros cerebros tienen la misma estructura básica que los de otros mamíferos: las mismas partes y neurotransmisores.

 

Hasta tal punto son similares que, para intentar curar fobias en seres humanos, se está estudiando el miedo en la amígdala cerebral de la rata.


Presentación del webinar: REINO ANIMAL INTELIGENTE

 

Para poder profundizar más sobre este tema queremos invitarte a asistir al SEMINARIO ONLINE que tendrá lugar el 16 de diciembre, de 12 a 13 horas, a través de nuestro Canal de Youtube; en el que contaremos con la colaboración de María Sánchez Vadillo autora del libro «Reino Animal Inteligente».

 

María Sánchez Vadillo es licenciada en Ciencias de la Información por la UCM. Su gran fascinación por la naturaleza le hizo especializarse a través de cursos de educación ambiental y bienestar animal y desarrollar su faceta de escritora y divulgadora de temas de naturaleza.

 

Si no has podido conectarte en directo, te dejamos aquí el vídeo para que puedas hacerlo cuando más te convenga.

 

Debemos deshacernos de los prejuicios antropocéntricos y aceptar la posibilidad de que la conciencia no sea una característica distintiva de la humanidad.