Serán ocho agentes e irán a pie o se desplazarán en bicicleta por las calles. Los vecinos y los comerciantes los conocerán por su nombre y los verán como aliados para conseguir una mejor convivencia en el barrio de Embajadores, ese conjunto de calles que incluyen Lavapiés y el Rastro, cuya diversidad es un auténtico símbolo de la multiplicidad social, cultural, racial e ideológica del Madrid del siglo XXI.

En este barrio en el que habitan mayores y niños, madrileños de origen y madrileños de asentamiento, gentes de credos y gustos diferentes, comenzará a ponerse en práctica el modelo de policía comunitario que el Área de Salud, Seguridad y Emergencias quiere instaurar en toda la ciudad a semejanza de otras ciudades europeas en las que esta figura es ya habitual.

Se trata, ha dicho el delegado del Área, Javier Barbero, de sustituir el policía en el barrio por el policía con el barrio, un agente cuyo papel no es tanto acudir a la llamada de los vecinos cuando estos avisen de una emergencia o una infracción, como ayudarlos a prevenir esas situaciones, acompañarles en su día a día para evitar que padezcan riesgo o delito, formarlos cuando son vulnerables para que puedan autoprotegerse.

A los mayores hay que adiestrarlos para que no caigan en manos de un estafador, a los niños o mujeres que sufren o pueden sufrir malos tratos hay que avisarles de los recursos que tienen a su alcance para salir de la situación, explica el Director General de Policía Municipal, Andrés Serrano.

 Embajadores no es ese barrio que algunas veces se pinta con trazas apocalípticas, asegura el concejal del distrito, Jorge García Castaño. Es un barrio en el que se puede vivir y convivir, un barrio cuyos problemas, que anteriores gobiernos locales han intentado solucionar con métodos tradicionales, deben afrontarse con la implicación de las gentes que habitan o trabajan en sus calles.

Esa es la idea del Ayuntamiento al elaborar su Plan de Gobernanza comunitaria en materia de convivencia y seguridad en el barrio de Embajadores. Una idea que entronca con el Plan Director de la Policía Municipal, que se presentó el pasado mes de marzo en Cibeles. A los nuevos policías comunitarios, que empezarán en breve su periodo de formación, se les pide pide permanencia, arraigo y voluntad. Para que su misión se cumpla, contarán con el apoyo de un consejo de expertos que traen a Madrid la experiencia positiva de ciudades de varios países de Europa y de Estados Unidos.